Tuesday, October 28, 2014

Naufragio del Titanic...


Los restos del Titanic, transatlántico britanico de la White Star Line, reposan a 3821 metros de profundidad en el Océano Atlántico norte a algunos kilómetros del emplazamiento donde se hundió el 15 de abril de 1912 a las 2:20 de la mañana. Objeto de leyendas desde la catástrofe, los restos han sido buscados por varios años. Proyectos medianamente serios fueron trazados para intentar reflotar el navío, pero no tuvieron éxito. Las primeras investigaciones serias para buscar el Titanic en el fondo del mar se iniciaron a fines de los años 1970 a instancias del multimillonario Jack Grimm, pero los restos no fueron hallados. Finalmente, fueron descubiertos el 1 de septiembre de 1985 por Robert Ballard en el marco de una misión secreta a cargo de la Marina de Estados Unidos. Después de este descubrimiento, siguieron varias expediciones a la zona entre 1986 y 2005.
Los restos del barco se encuentran separados en dos partes por un vasto campo de escombros. Si bien la parte frontal está relativamente bien conservada, la parte trasera se encuentra dislocada. En el curso de las expediciones, varios objetos del navío fueron llevados a la superficie y fueron restaurados. Estos objetos rescatados, que algunos califican de pillajes, crearon vivas polémicas; sin embargo, en teoría, estas piezas solo pueden ser cedidas a museos, con excepción de los trozos de carbón, que son vendidos como souvenirs. La nave se ha desintegrado progresivamente, erosionada por los microorganismos que pueblen los fondos marinos. Las inmersiones también han tenido un impacto en su estado de conservación. Así, los científicos estiman que habrán desaparecido entre 2025 y 2050.
Los restos del Titanic también fueron explorados por el director de cine James Cameron quien filmó imágenes de ellos para su película homónima de 1997 protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. En 2003, el cineasta produjo un documental sobre estos restos, titulado Misterios del Titanic.

Desde el anuncio de la noticia del hundimiento del Titanic, surgieron proyectos utópicos para reflotar los restos de la nave. En efecto, las familias de John Jacob Astor, Benjamin Guggenheim y Charles Hays deseaban reflotar los restos del transatlántico para recuperar los despojos de sus familiares. Vincent Astor contactó así a la compañía Merritt & Chapman con la idea de dinamitar los restos, procedimiento que debería permitir remontar los cadáveres a la superficie, al precio de la pérdida del navío. No obstante, tras una intensa investigación de Merritt & Chapman, todo intento se revela demasiado costoso y la tecnología de 1912 no permitía considerar un reflotaje. Posteriormente, fueron considerados proyectos de escasa viabilidad. En 1913, Charles Smith se propuso utilizar sumergibles e imanes eléctricos unidos al casco, pero el proyecto fue abortado por falta de fondos. Seguidamente, los restos fueron olvidados por algunos años, pero la aparición en los años 1950 de la novela A Night to Remember de Walter Lord atrajo nuevamente la atención sobre el navío. Entonces, surgieron ideas sorprendentes, sobre todo inspiradas por Dooglas Wolley. Así, se planeó colocar nitrógeno líquido en el Titanic o rellenarlo de pelotas de ping-pong o de vaselina para hacerlo remontar a la superficie; sin embargo, ninguno de estos proyectos encontró financiamiento.
 

 Arriba: Ancla de 16 toneladas...




 Arriba: restos de lo que una vez fue el Gran Escalon de 1° Clase...



 Arriba: pescante perteneciente al bote n°1 y bote plegable A...



 Arriba: restos de un piano que alguna vez fue tocada por uno de los integrantes de la orquesta del TITANIC...










 

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